— Oiga jefe. El otro día estuve mirando por internet y mire que me he encontrado. Menudas pintas tenían estos actores. De verdad que no sé qué decir. Bueno, es de su época.
— ¡Chaval! Te voy a dar un «soplamocos» que te vas a enterar. A ver, déjame que le eche un vistazo… Hombre, ¡pero si esto es una joya! Por una vez has hecho algo que ya se va pareciendo a trabajar. La verdad es que me trae muchos recuerdos, sobre todo por la música de estas series americanas. Ya no digo nada de la calidad de las mismas, porque se cuidaban mucho más que ahora.
— No sé jefe. En aquella época yo ni siquiera era un proyecto humano.
— ¿Sabes qué pasa? Que ahora, como hay tanta tecnología digital, se pierde la esencia de la interpretación frente a una cámara. Antes, aunque América estaba a mil años luz en cuanto a medios visuales y de rodaje, se cuidaba también, porque era importante, la interpretación y se buscaban buenos actores, algunos súper reconocidos, junto con nuevas caras. Y te digo, la familia, aquí en España, se reunía frente a la televisión para verlas, porque se miraba juntos, a veces obligados, pero había una mezcla entre ganas de disfrutar de un momento casi de cine y de ganas de que nos sorprendiera lo que fuera a aparecer en la pantalla.
— Yo es que eso de ver la tele en «family»…
— ¡Pero no seas «analfabruto»! Habla bien, ¡coño!, que no te cuesta nada.
— Perdone jefe.
— ¿Por dónde iba? Ah, sí. Que eso, que te dabas cuenta de que lo que se hacía allí era mucho más arriesgado. Por ejemplo, en aquella época empezaron las series en las que se rodaba con público de verdad, con las risas y aplausos auténticos, aunque las enlatadas era lo normal, como lo hacen ahora.
— Es que ahora se ruedan muchas…
— Ya, y seguro que tienen muchos más espectadores, pero se ha perdido la esencia. En aquella época los padres e hijos se juntaban frente a la tele a una hora concreta y era empezar las primeras notas del comienzo de la serie y todo se paraba en la casa. En muchas familias se organizaba la semana en función de la serie que hubiera ese día y a la hora en que se emitiera.
— ¿Y en España no se hacían buenas series?
— Sí, claro; y eran muy buenas, pero más minoritarias. Hablaremos de ellas en otro momento. Pero ahora déjame ver un momento estos vídeos y que me emocionen los recuerdos de cuando las veía con mis seres queridos, amigos, etc., junto a mis hermanos o con papá y mamá.
— ¡Qué bonito, jefe! Me gusta escucharle ese tono.
— Pues más que vas a escuchar y observar, porque te quedas aquí a ver todo conmigo. A ver si aprendes algo.
— Vale jefe y me cuenta todo de todas las series.
— Gracias chaval.
— Nada jefe. a mandar.
Abrazos musicales
Alf
V
Se ha escrito un crimen
El gran héroe americano
Magnum P.I
Luz de luna
MacGyver
Padres forzosos
El equipo A
La hora de Bill Cosby
Dinastía
Las chicas de oro
Salvados por la campana
Cheers
Fama
Canción triste de Hill Street
Cosas de casa
Enredos de familia
La ley de los Ángeles
los problemas crecen
Remintong Steele
Spencer: For hire
Falcon Crest
Roseanne
Hotel
Juzgado de guardia
Un médico precoz
Primos lejanos
Corrupción en Miami
Los vigilantes de la playa
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