Los que saben de música hablan de este grupo, Emerson lake and palmer, como la una referencia artística dentro del Art rock, Rock sinfónico, Rock progresivo y también, otros, del Rock psicodélico. Lo que queda palpable, al leer sobre ellos, su estilo y su trayectoria es que, despues de intentar varias reencarnaciones del grupo, su período más importante y de mayor calidad está en la década de los 70 y eso hay que decirlo así, sin más.
Cuando uno escucha sus conciertos se da cuenta de que estamos ante una rock basado en las improvisaciones de jazz. Es una tipo de música que, realmente, hay que pararse a escucharla con detenimiento, sentado, bebiéndola poco a poco, como los buenos vinos o licores porque todo tiene sentido junto y es imposible de entenderlo por separado. La percusión encuentra su media naranja en los teclados y las guitarras y bajos son una pieza esencial para cerrar un círculo en el que, si entras, es muy difícil salir.
Arriesgados porque introducen las nuevas tecnologías que iban apareciendo en aquella época, poco a poco.
Aún así no es fácil escuchar un concierto de ellos sin pensar: «¿Pero qué locura es esta?». Lo mejor de todo es que no puedes dejar de escuchar y, por si alguno lo duda, estamos ante unos virtuosos de la música moderna y del rock en particular. Han sido valientes por atreverse a hacer algo que no era correcto desde el punto de vista musical y, desde el punto de vista comercial, difícil de vender, pero lo hicieron y es eso lo que hizo grande a este grupo del Reino Unido.
Creo, desde un punto de vista muy personal, que el rock, teniendo en cuenta la historia de la musica no se puede entender sin la calidad, influencia e importancia de algunos grupos y para poder comprenderla es necesario escuchar a algunos como este. Lo que hace grande a un grupo no es un éxito, sino la huella que deja durante el tiempo que dura su camino y este dejo una imborrable.
Abrazos musicales.
© La Mirilla Curiosa