Para abordar al grupo Amparanoia hay que hacerlo con un antes y un ahora. Ello se debe a que, para mí, son dos momentos diferentes y dos realidades musicales distintas.
El antes tenemos que situarlo entre los años 1997-2008. El grupo Amparanoia nace en Madrid y, como dice Amparo Sánchez, se fue construyendo transitando por las calles de Malasaña y Lavapies. Su álbum de debut, bajo este nombre artístico, fue «El poder de Machín».
El éxito de este grupo se basaba en la frescura que aportaron a la música, sus letras y, sobre todo, lo novedoso de sus ritmos, entre los que se fusionaban diferentes géneros como el blues, el soul, boleros, rancheras, rumbas, música popular sudamericana, etc.
Imagino que, cuando decidieron terminar con este viaje musical en el 2008, ha sido porque fueron conscientes de que ya no daba para más, que estirar el chicle se puede hacer hasta cierto punto y que, si sigues una camino en el que, al final, no hay nada nuevo que aportar y que se puede caer en el bucle de repetir constantemente la formula de un éxito sin innovar o buscar otras caminos, lo mejor es pararse. El hecho de cerrar un círculo es algo que es bueno y que le da un cierto respeto al que toma esa decisión.
Ahora, en 2021, Amparanoia vuelve con nuevo disco, «Himnopsis Colectiva», producida por Amparo Sánchez para su sello Mamita Records.
Al escuchar varios de sus temas, entre ellos «El día que no», notamos que vuelve a rescatar los colores, los ritmos, la energía que que fue el sello de identidad del grupo. El recorrido de esta continuación de la aventura dependerá de lo que sienta el público que aporta de nuevo, de cómo sea capaz de conectar con una generación posterior a la les dio éxito y, como no podía ser de otro modo, el interés de las cadenas musicales para que entre en las listas y suene en las ondas como lo hacía antes.
Os dejo una recopilación de sus temas.
Abrazos musicales.
Alejandro Guillán.
La mirilla curiosa.