Mattmac es un artista que no conocía de nada porque su trayectoria inicia en 2016, hace muy poco tiempo.
Nació en Garden Hill First Nation, Manitoba, y es ciego de nacimiento, lo que no le ha impedido cumplir su sueño de mostrar su talente musical a todo el mundo. De hecho, es productor musical, compositor y aprendió de modo autodidacta a tocar la guitarra y el piano.
Hablamos de un músico que, en principio, podemos enmarcarlo dentro de lo que llamaríamos el Trap Melódico, pero lo que sí podemos destacar son unas bases rítmicas potentes, una voz que sorprende por su cercanía, por su dulzura. Mas que cantar, parece querer transmitir todo lo que bulle, siente e intenta transmitir a través de unas letras que salen de lo más profundo de su interior.
Aparte de la calidad como artista, quiero destacar algo esencial: tener una discapacidad no te impide llegar a lograr aquello que deseas. Puede que se tengan más dificultades y que cueste más, pero con los apoyos necesarios, las personas adecuadas en tu vida y, sobre todo, las ganas y la fuerza que uno tenga, todo es posible. Mattmac en un ejemplo de ello.
Quizá, a diferencia de otros artistas, está el que él si tiene algo que decir dentro de la industria musical, algo nuevo y fresco. Seguramente se aparta de lo habitual, de la imagen que se tiene de artista, de lo políticamente correcto, pero hablamos música, de arte, de una visión distinta de la música que parte de un mundo interior que jamás ha bebido del exterior y que únicamente puede concebir y comprender por una información que absorbe, elabora, transforma y muestra a través de canciones.
Yo estoy gratamente sorprendido por algo que, para mí, es nuevo, tiene calidad y que muestra como algo, que podía ser un impedimento para tener un futuro, se transforma en el motor de una carrera musical prometedora, que el tiempo decidirá si tiene fututo o no.
Abrazos musicales.
Alejandro Guillán
La mirilla curiosa