Bueno, el nombre, Descartes a Kant, no da lugar a la imaginación y… sí, este grupo de Guadalajara, Jalisco, formado en el año 2001, se llama así por su admiración a estos dos filósofos.
La propia banda define su sonido como bipolar-esquizoide y, la escucharlos, no puedo estar más de acuerdo con ellos. Sonidos que, hilvanados, parecen salidos más de un psiquiátrico que de la creación musical normal. Su música, para ellos, es experimental y doy fe de que lo parece
Pero lo interesante de este grupo es que, una vez que los escuchas, no puedes quitártelos de la cabeza, no solo por las fantásticas voces de las cantantes, sino por las guitarras, teclados y la percusión de la batería, y saben cómo unir todo en una única melodía que te atrapa una y otra vez. Por cierto, volviendo a las voces de las cantantes, destacar su capacidad para jugar con ellas y conseguir unas armonías perfectas y, musicalmente, impactantes
Me gustan también los cambios de ritmo y de melodía que recuerdan, en algunos momentos, al jazz, pero al jazz improvisado, aunque sea por unos segundos. Puede parecer extraño, pero lo pegan todo de una manera única y original, lo que les hace ser singulares.
Visualmente, los vídeos que graban son muy impactantes, casi de película y cuentan una historia o desarrollan un concepto. Juegan mucho con lo los cambios de perspectiva, los colores, las emociones y lo onírico, casi como si de un cuento se tratara.
Tienen ese punto extravagante y, en ocasiones, me recuerda a una mezcla de Tim Burton y The Cure, por lo que tampoco resulta extraño que su música sea distinta a lo que comercialmente se espera. Personalmente, me recuerdan a algunos grupos de la Movida de los 80 en España, por lo que creo que esa época sigue siendo actual, por muchos años que pase, que es una referencia dentro y fuera de nuestro país, pero también tiene influencias de otros estilos más underground europeos, sobre todo Reino Unido, y el rock más oscuro de los 90 americanos.
Aquí os dejo una compilación de su música. Espero y deseo que os guste.
Abrazos musicales.
Alejandro Guillán.
La mirilla curiosa.